3/12/11

Amsterdam, la ciudad de la alegría

Ya llevaba tiempo con ganas de volver a Amsterdam, tras 7 largos años sin visitarla. Estando a tan solo 4 horas de mi actual ciudad de residencia, bien es cierto que podría haber ido en más ocasiones, pero no hay tiempo (ni dinero) para todo.

Porque Amsterdam es una ciudad cara. No brutalmente cara, pero al disponer de una amplísima oferta de "vicios", de sobra conocidos por todos (y que no son bienes de primera necesidad, precisamente), el que va allí sabe lo que toca.



El alojamiento escogido fue el Hostal Meetingpoint, situado en todo el cogollo (^__^) de la ciudad. En Warmoerstraat, calle peatonal, a unas cuatro manzanas del barrio rojo, y directamente en la zona con más concentración de Coffeeshops de la ciudad. El alojamiento es barato, en habitaciones compartidas (unos 12 en cada). Cuando no se tiene pareja, se puede uno permitir estas cosas, y encima conocer gente, como el grupo de estudiantes de Friburgo con el que coincidimos al llegar y que, desde ese momento, solo vimos otro par de veces completamente borrachos o durmiendo la mona.



Alquilar bicis: idea más que recomendable en una ciudad tan plana y con tan asentada tradición de moverse a pedal. Tal como sucede en Alemania, aunque con mayor porcentaje de población circulando por ellos, toda calle tiene su carril bici perfectamente señalizado, regulado por señales como tráfico que es, y extensible a parques, donde los coches, por fortuna, no tienen permiso para circular. El alquiler de bicicletas se realiza con facilidad junto a la estación central, dejando documentación y una fianza. Puedes escoger una bicicleta "de las de toda la vida", es decir, con los frenos manuales, o el modelo holandés, con el freno a contrapedal. Personalmente, he probado la holandesa (la bici) y no me gusta nada, pero cada uno como mejor se sienta.



Coffeeshops: gran sorpresa me he llevado al comprobar que no piden documentación al entrar, cosa que antes era la norma. Ahora pueden pedirte ID o pasaporte si no aparentas tener la edad legal, nada más. Una vez dentro, todo funciona como en un bar normal, excepto por el hecho de que hay dos barras: la de la bebida y/o comida y la de la marihuana / hashish. En esta última hay un límite de compra de 5 gramos por persona, pero en realidad esto solo es un hecho si pretendes comprarlo todo a la vez, sencillamente no te lo venderán. Después podrías irte a otro a comprar más, y puedes consumir lo adquirido en cualquier local en otro, de modo que no hay por qué ser ansioso.



Fiesta: pues qué decir sobre esto, hay una gran cantidad de pubs donde tomar unas cervezas, jugar un billar o unos dardos, escuchar buena música y conocer gente nueva. Si os va mas el rollo discoteca y darlo todo bailando, no falta la oferta.



Naturaleza: hay multitud de zonas verdes en Amsterdam, aunque no en el mismo centro, por razones de espacio. El parque más grande, o por lo menos el más conocido y de un tamaño considerable, es el Vondelpark, al sur del centro urbano. Pequeños lagos, acceso prohibido a vehículos de motor, interminables praderas donde sentarse si el clima lo autoriza, y los omnipresentes carriles bici, que nos permitirán acercarnos hasta allí en unos minutos desde cualquier parte de la ciudad, y llevar con nosotros el set de picnic sin olvidarnos de unas Heineken.


Conclusión: un viaje muy recomendable, dada la variedad de la oferta de esta cosmopolita ciudad. Yo he estado en invierno y en verano, y no puedo decir que una época sea mejor que otra para planear el viaje, salvo por el disfrute de la naturaleza, obviamente limitado. Si podéis aportar algo, en los comentarios. Agradeceré enormemente que compartáis vuestras experiencias y aportes, y estoy seguro que los demás lectores también.

2 comentarios:

Oscar García Muñoz dijo...

Hey Dani, ya veo que te has hecho un viajecito por Amsterdam. Yo estuve en verano y me gustó un montón. Yo estuve alojado en el youth hostel que hay al lado del Voldenpark y he de decir que el alojamiento estaba muy bien, muy tranquilo y era barato. Y como hacía tan bueno uno de los días que estuve, los parques estaban llenos de humo por las barbacoas que había por todas partes. Y voy a aprovechar para hacer una sugerencia de un sitio que se puede visitar y que a mi fue lo que más me gustó de mi estancia. El lugar no está en Amsterdam, sino que está como a unos 100km de distancia en direccción sureste. Hay que coger un tren y luego un bus y se tarda como hora y media, pero merece la pena hacerlo. Es un museo que está situado en medio del parque natural más grande de Holanda. Tiene una colección de Van Goghs (la 2ª más importante del mundo después del propio museo Van Gogh) impresionantes. También hay varias obras maestras de Picasso, Gaugin y otros pintores holandeses de la misma época de Van Gogh. Luego fuera, tienen un jardín enorme y disperso en él muchas esculturas de todas las formas y tamaños. Hay hasta una estatua de Rodin. Después puedes coger una bicicleta gratis y recorrerte todo el parque natural y hay lugares donde parar y poder observar la fauna que vive allí, como ciervos, jabalíes, zorros etc...También en un extremo hay un pabellón de caza que se puede visitar impresionante. Y tienes varios biotops como dunas, páramos y bosques. El museo que digo se llama el Kröller-Müller Museum y el parque nacional el Hoge Veluwe National Park. Así que si vuelves a Holanda o Amsterdam de nuevo te recomiendo hacer esta excursión de un día. Ya te digo, para mi fue lo que más me gustó de Holanda las dos veces que he estado. Un abrazo y espero que mi comentario haya resultado interesante.

Lonely Cuchufleto dijo...

Me lo apunto, Oscar. No va a ser la última vez que viaje a Amsterdam, eso seguro. Aunque tengo pendientes otros viajes y el tiempo no se puede estirar más, asi que tendré que repartirme.
Por supuesto que tu comentario es interesante! Lo que pasa es que este blog no tiene todavía muchas visitas, asi que tendré que animarme con más posts.